Cada vez me gusta menos la carne. No quiero eliminarla totalmente porque entonces la alternativa está en el hidrato y sé positivamente que a mí no me resulta muy beneficioso, a no ser que tenga un día muy activo y con mucho gasto energético.
Hoy me he preparado dos salchichas (las tenía ya compradas y no quiero tirar nada, pero a partir de ahora la poca carne que coma intentaré que sea menos grasa) con muy poquito aceite de oliva.
El calabacín me encanta, especialmente a la plancha. Como éste se estaba empezando a estropear he optado por pelarlo y cocinarlo al estilo de un pisto, es decir sólo con un poco de aceite y el propio jugo que suelta, sal y pimienta blanca, a fuego suave para que se cocine húmedo, casi confitado.
De postre: melón amarillo. No es mucho para ser la COMIDA pero quiero compensar el helado de trufa y nata que me comí ayer por la noche después de una tarde emocionalmente tensa.
Pero eso, cómo afectan las emociones a la ingesta de alimentos, es otro tema que ya intentaré analizar más adelante en otro post.
A mí los calabacines me gustan rebozados, en rebanaditas. Ya sé que no es la mejor manera, pero es que están tan ricos...
ResponderEliminarTambién los meto en todos los guisotes, salsas, tortillas y tó lo que pillo (en el café no, ja ja ja).
Los probaré así "empistaos", a ver qué tal.
Amelia, precisamente rebozados es la peor opció, no? No sé si te gustaran mucho al pisto porque quedan muy húmedos, pero a mí me gustan. No te "despistes" :)
ResponderEliminarHola Matrioska,
ResponderEliminaryo tendía a comer cuando estaba aburrida, nerviosa o estresada. La verdad que buscaba cualquier pretexto y sin darme cuenta me comía la tableta de chocolate o lo que hubiera en el armario. El comer no te va a solucionar tus problemas, solamente te empeora el sobrepeso. Piensa en ésto la próxima vez que te comas el helado de trufa y nata. Me refiero a que cómetelo y disfrútalo si realmente te apetece, no porque tuviste "una tarde emocionalmente tensa".
Saludos