Pues, chic@s, siento que estas entradas estén resultando un poco deprimentes pero esto es lo que tengo que contar: llevo casi una semana tratándome farmacológicamente contra el dolor que tengo concentrado a la altura del riñón izquierdo. Hay lumbago y hay infección de orina por lo que me he pasado estos últimos días tomando antibióticos, antiinflamatorios y relajantes musculares, un cóctel explosivo que me ha tenido y me tiene amodorrada todo el día por lo que sólo voy de la cama al sofá y del sofá a la cocina. No es que tenga mucha hambre, pero sí aburrimiento, sobre todo por la falta de ganas de hacer cosas ya que me voy durmiendo como los viejetes :) y eso hace que le dé un poco a los venenitos, como dice Verónica. Pues he comido chocolate con avellanas varios días, yogur griego de fresas (en lugar del yogur desnatado) y bastante hidrato (pan, pasta, patatas), hasta patatas chips una mañana (pero pocas). No he tenido ánimos ni para hacer fotos aunque ayer descubrí algo interesante: acompañar el pollo asado con manzana al horno en lugar de con patata. Os lo recomiendo si os gusta el contraste entre dulce y salado y es una buena manera de evitar el hidrato de la patata.
Algo positivo en todo esto es que ya me he animado a hacer ejercicio, pero claro tiene que ser ejercicio específico para el dolor de espalda pues parece ser que tengo muchos puntos de padecer enpondilitis anquilosante. Creo que ahora tocará una temporada de pruebas médicas, si es que se dignan a hacérmelas, pues ya sabéis cómo está la Sanidad en este país.
Me parece increíble que habiendo tenido episodios de lo que en su momento creían artritis reumatoide (cuando tenía 23 años se me hinchaban las rodillas, me salía el líquido sinovial y tenía los marcadores reumáticos muy elevados) no se me haya seguido vigilando.
Yo esto del dolor de articulaciones lo recuerdo desde los 11 años y por eso convivo con ello, tal vez con más aguante que cualquier otro. He hecho mucho senderismo a pesar de ello y ahora, investigando un poco, encuentro que precisamente los síntomas primeros de la espondilitis anquilosante está en el dolor de rodillas. Lo preocupante de esta enfermedad -a parte del dolor y los brotes agudos- es que puede llegar a ser invalidante por lo que una prevención mediante el ejercicio es básica. Tener sobrepeso tampoco ayuda, aunque no es la causa. Hoy tengo que ir al médico de nuevo y voy a insistirle muy seriamente sobre este tema. Llevo trabajando desde los 18, cotizando para que cuando lo necesito pueda tener una atención sanitaria digna y esto es intolerable.
No os niego tampoco que me resulta preocupante no sentirme bien hasta el punto de no poder ir a trabajar (el miércoles pasado sólo con doblar la barbilla hacia el pecho sentía un dolor punzante enorme a la altura del riñón izquierdo) pues ya sabemos cómo estás las cosas en este sentido. Hace más de 10 años que no me he puesto de baja (un resfriadillo de 1 o 2 días sí, claro), pero ahora que la productividad es lo que prima y no somos más que un número impersonal en cualquier empresa, me preocupa empezar con estos problemas porque, de hecho, ya hace más de dos años que sufro dolores lumbares puntuales aunque nunca fueron tan invalidantes como esta vez, tal vez por habérseme juntado con la infección urinaria.
En fin...vaya cóctel de negatividad que os dejo hoy, lo siento, necesitaba desahogarme un poco. Espero recuperarme completamente pronto y reincorporarme al trabajo, también lo necesito psicológicamente. El viernes toca peso, auguro un pequeño desastre, veremos...