viernes, 5 de octubre de 2012

Lentejas con espinacas

Odié las lentejas, como casi todos los niños, pero ahora estoy intentando volver a introducirlas en mi dieta. al menos una vez a la semana. Por supuesto, sin nada de grasa. Es fácil pensar que sin chorizo o morcilla, no tienen que saber a nada. Pero no es así: vuelvo a recomendaros  las especias y las hierbas. 
Estas lentejas en concreto llevan un sofrito de cebolla y tomate, después añadimos las espinacas frescas, cilantro, tomillo, cúrcuma, sal y caldo de verdura (o agua). La cúrcuma da mucho sabor a los platos de verduras. Y color. Os animo a usarla si no os molestan los sabores fuertes. 
Feliz fin de semana! Mañana intentaré caminar un poco. A ver qué pasa, tal vez no pueda resistirme y me pese.
Por cierto, ayer voluntariamente comí un poco de helado de tiramisú (cuando digo voluntariamente me refiero a bien consciente, no fue ni un ataque de ansiedad ni nada por el estilo). Pensé que "tocaría el cielo" y no fue así. Tengo la sensación que "lo estoy dejando", ya no soy una "endrogada" del dulce  :) y me siento muy bien por ello. Se puede, chic@s, cada uno sabe cual es su talón de Aquiles, y creédme, se puede si se quiere.

4 comentarios:

  1. Esta sensación de "estarlo dejando" es totalmente real. A mi me ha pasado ya con varias cosas. De hecho, pienso que ahora la cerveza me sentaría mal con sólo olerla :S


    Muy bien que te estés desquitando del azúcar, es de lo peor. Y las hierbitas, ciertamente, son de lo mejor para cocinar. Ánimo!!

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  2. Qué buena pinta tienen esas lentejas!! Hay que ser originales en la cocina y tu lo eres. Ánimo con el ejercicio!

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  3. Me estoy quitando, me estoy quitaaaandoooo...ya solo me meto de vez en cuaaaaadoooo!!

    Un besote guapa

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  4. Esa sensación la tuve yo cuando "dejé" las salsas mojando pan. Con el tiempo, si alguna vez volvía a las andadas, me sentaban mal. Ahora puedo mojar un poco de pan un día, y no pasa nada. Pero es eso: un POCO de pan UN día.

    Eso sí: el pan sin salsitas me sienta genial, ja ja ja.

    Te doy la razón en lo de las lentejas: sin morcilla ni chorizo también pueden estar riquísimas de la muerte. Pero a mí ya me gustaban de niña, cuando mi madre preguntaba qué quería comer la respuesta era: o espaguetti o lentejas (y ella acababa siempre con la segunda opción, ja ja ja).

    Un besote.


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