miércoles, 21 de noviembre de 2012

Surimi

Nunca me apeteció comer surimi, estas barras de color artificial y brillo plastificado. Hoy, sin embargo, la frase "gran fuente de proteína" me ha llamado la atención y he decidido comerlas acompañadas de salmón y pepino con su aceitito, su sal y su eneldo, ya que ya eran las 15h y no tenía mucho tiempo para cocinar. 
Después de hacerlo se me ha ocurrido consultar la información sobre la composición del surimi y no me ha gustado mucho lo que he leído: básicamente se trata de pasta hecha de restos de pescado que se ha limpiado tanto que han perdido todo el sabor por lo que éste se añade de manera artificial a través del glutamato monosódico, un aditivo alimenticio muy común en la composición de muchos alimentos procesados. 
Os copio un párrafo sacado de la wikipedia: 
"Los científicos contradictores de éstos resultados alegan metodologías dudosas y poco fiables, y consideran que aunque la molécula de glutamato que contienen los alimentos naturales es igual a la producida por la industria, en los alimentos naturales es parte de una cadena proteica que al ser ingerida se metaboliza o hidroliza (rompe los enlaces entre moléculas) lentamente de acuerdo a los requerimientos del organismo para sintetizar ácido glutámico, uno de los 20 aminoácidos no esenciales del cuerpo humano. Los investigadores que han encontrado niveles de toxicidad del GMS en experimentos con ratas, consideran que al consumir glutamato de manera libre, el organismo acumula el exceso pues no tiene mecanismos de metabolizarlo o usarlo en la producción de ácido glutámico, generando intoxicación. Algunas consecuencias probadas en ratas de laboratorio son problemas visuales, alteración del funcionamiento de los canales de calcio en la membrana celular, alteración del hipotálamo y en consecuencia de los sistemas que regulan el apetito generando adicción, tolerancia por el compuesto y en consecuencia tendencia a la obesidad".

Me pregunto si aquí se encuentra una de las razones por las que las nuevas generaciones tenemos esta marcada tendencia a la obesidad. Yo no me crié con leche materna, sino con leche artificial ¿y vosotros? no sé, tal vez no tenga nada que ver, sólo me lo planteaba...

No creo que vuelva a comer surimi. ¿Vosotros qué opináis?

El segundo pecado de hoy ha sido comer un poco de chocolate. Claro, eso me pasa por hacer la compra antes de comer, pero es la hora más propicia para mí. Tengo que trabajar en esto, en fortalecer la voluntad, no puedo estar continuamente huyendo de la tentación.
A ver qué pasa el viernes...Un abrazo a tod@s!

10 comentarios:

  1. oh no!!! A mi me encel surimi, lo compro rallado para ponerlo en las ensaladas, pero nunca me había molestado en investigar qué era realmente... Creo que tendré que buscarle un sustituto, porque me has quitado todas las ganas...

    Sobre la lactancia materna, estoy totalmente convencida de que sí influye, y nosotros somos de la generación del biberón.

    Abrazos,
    Ally

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    1. Bueno, supongo que en general todos los alimentos procesados pueden llegar a ser insanos si son la base de la alimentación. No creo que tomándolos de vez en cuando puedan ser muy perjudiciales. En mi caso, como no me gusta mucho, pues puedo prescindir fácilmente de él.

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  2. Cuando he visto el título y la foto, he pensado "ya está la Amelia protestando, a esta no le gusta nada..." y no sabía si comentar, porque no me gustan los purés, no me gusta el bróquil, no me gustan las cremas, ni el cus cus... ni el surimi.

    Nunca me ha gustado, ni por el sabor, ni por el colorante, ni por el glutamato, ni por los "restos de pescado". A mí dame unas gambitas para dar proteína, y si no hay dinero, una lata de atún del barato, que no tengo ascos. Pero surimi no. Y ahora, después de leer eso que has puesto, espero convencer a mi hija (gran amante del surimi) de que pase de comprarlo.

    Mi hija mayor se crió con biberón, y está obesa (yo tengo sobrepeso, pero ella no).
    Mi hija pequeña sí aceptó el pecho, y está bien, ni gorda ni flaca.

    Pero en el caso de mi hermana y yo... yo me crié con leche condensada en el biberón, y mi marido también. Y siempre hemos sido los hermanos delgados (hasta que me quedé embarazada era insultantemente delgadita).
    Y mi hermana se crió con pecho, y tuvo obesidad toda la vida hasta que se hizo mayor y fue capaz de esforzarse para perder peso con una fuerza de voluntad que ya quisiera yo para mí.

    Así que no sé hasta qué punto influye en la gordura el tema del biberón. En la salud sí: es infinitamente mejor la leche materna, pero en el peso creo que influyen más los hábitos de las casas.

    PD - A mis hijas nunca les he dado Bollycaos ni cosas así, siempre hemos comido muy sano.

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    1. Es interesante este tema de la leche, no sé, supongo que habrá estudios. Intetaré investigar. De todas formas, con tu posdata te contradices, ves? si lo más importante son los hábitos de la casa ¿por qué tu hija mayor está obesa? no sé, es un tema tan complejo...

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    2. Pues no sé a qué se debe la obesidad de mi hija. De niña yo controlaba lo que comía y lo que entraba en casa. Igual que mi hermana con 18 años fue capaz de cambiar sus hábitos, mi hija a los 18 se fue a estudiar a Barcelona y se desmadró (literalmente). Desde entonces ha ido pasando por épocas distintas, más gorda o menos.
      Ella misma cree que le da igual, así que no se cuida. Es complicado.

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  3. El problema no es el surimi, el problema es que las empresas le meten glutamato a todo todo todo ( http://www.botanical-online.com/glutamatomonosodico.htm ). Yo soy muy partidaria del surimi, ya que es una gran fuente de proteínas y de aminoácidos esenciales, a parte de ser muy bajo en materia grasa.

    Respecto a tu comentario al pasarte por mi blog, la verdad es que me cuesta mucho mucho comer fruta. De pequeña no me educaron a comerla y ahora me tengo que forzar. Yogures si que como. Hay temporadas que como más y otras que como menos. Si tiene alguna recta con fruta me la pasas.

    besos!!!

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    1. A mí también me cuesta, la fruta, pero me estoy acostumbrando a, como mínimo, la manzana diaria. Todo son hábitos. Lo que hago muchas veces son las ensaladas de frutas, máximo 2 frutas diferentes y zumo de naranja más un poco de canela, es un postre delicioso!!

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  4. ¡Que post mas interesante! Creo que lo que pasa con el surimi es lo mismo que con cualquier comida procesada. A cambio de una fuente de proteinas se le añaden muchos compuestos que hacen que merezca la pena buscar algo más básico y sano. He leído muchas veces lo de que si algo tiene más de 5 ingredientes es mejor no comerlo, y qué razón tienen! (pero qué ricas están esas cosas).

    En cuanto a la lactancia pues pasa lo mismo, es infinitamente más sana la leche materna, pero no creo que eso afecte al peso. Ahí lo que influye son los hábitos al comer y moverse durante la infancia y el resto de la vida aparte de la genética.

    Besos,
    Belén

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    1. Bienvenida, Belén, me gusta tu blog. A ver si te enlazo...
      Creo que tienes razón, la comida cuanto más natural, mejor! Yo siempre pienso que somos cobayas, es imposible que sepan todavía los efectos de una alimentación continuada tan artificial, ni nuestros padres la tenían. Quién sabe si muchas enfermedades tan extendidas últimamente provienen de esto...si es así, creo que no lo sabremos, hay demasiado dinero en juego...

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    2. Gracias, me alegro de que te guste mi blog! ^^
      La cantidad de información que hay en internet sobre la conspiración alimentaria, aditivos, adictivos y cosas que podemos encontrar en la comida y lo que pueden provocar a nuestro cuerpo asusta.

      Besos,
      Belén

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