miércoles, 26 de febrero de 2014

Confieso: en realidad, me gusto


Confieso: en realidad, me gusto. Sí, qué raro, peso 90 kgr -aunque están bastante bien repartidos-; sí, tengo 40 años y mis pechos no están tersos y tienen muchas estrías; también mis caderas tienen estrías y la parte interior de los muslos está flácida; tengo celulitis en mis nalgas, la parte interna de mis brazos cuelga un poco; y, últimamente, también mi papada porque soy de cuello corto; me han crecido las orejas y tengo los dedos de las manos muy gruesos en comparación a las muñecas y a los pies que son pequeños; algunas arrugas de expresión se me están acentuando; me han salido varias marcas de vejez en la piel de la frente; mis sienes serían blancas si no las tiñiera; mis labios se van afinando; ya no llevo el pelo largo porque mis rizos se han debilitado. Sí, todo eso, pero confieso: en realidad, me gusto. 
Y supongo que esa es la razón por la que las cosas no van tan bien. En realidad, perder peso no es mi objetivo. Ya nunca me veré sexy, jamás necesitaré tener un cuerpo de modelo, no me valoro por eso, por tanto todas las imperfecciones no me duelen tanto. Quiero comer sano porque quiero sentirme mejor, pero es que posiblemente sentirme mejor ya no pasa por estar más delgada. Me duelen los huesitos porque ya estoy un poco vieja y porque, por genética, lo padezco. No quiero sufrir para estar más delgada.
Estos días, he recordado mucho a mi amiga E. Murió de cáncer con 35 años, si no recuerdo mal, ya perdí la cuenta. Ella también estuvo toda su vida obsesionada con su físico, aunque era preciosa. Recuerdo que cuando estaba luchando contra la enfermedad, un día me comentó lo banales y absurdos que le parecían los sufrimientos relacionados con el peso y la comida. Recuerdo como se bañaba en el mar entonces, casi desnuda, sólo con la parte baja del bikini, mostrando la cicatriz de la barriga y su calva por la quimio, y sus pechos pequeñitos, que nunca le habían gustado...y disfrutaba, recuerdo que me decía que me amara y que nunca dejara de mostrarme tal como era, que no me escondiera. Querer perder peso y ser otra, ¿no debe ser esconderse?
Confieso: en realidad, me gusto. Y no voy a consentir que mi dieta sea un sufrimiento. Seguiré cuidándome, seguiré ensayando nuevos hábitos saludables, seguiré controlando mi peso, pero no, no voy a dejar que sea un motivo de sufrimiento. Ojalá todas pudiérais vivirlo de la misma manera.

Dejo testimonio de mi menú de ayer y de hoy:
COMIDA:
Espaguetis con espinacas, tomate y atún. De postre, una pera y 7 ciruelas pasas
CENA: 2 alcachofas a la parrilla con un poco de queso curado encima (mmmm, delicioso) y pan. De postre, un plátano y una mandarina.
COMIDA DE HOY:
Tres salchichas de pollo con escalivada (pimiento asado, berenjena asada y cebolla). De postre, un yogur de soja (no estaba mal, pero hay que acostumbrarse al sabor de la soja, no sé si podré, 90 calorías)
CENA DE HOY: pues todavía no lo sé, ahora mismo no tengo nada de hambre...veremos.

A quererse, chic@s, con todas nuestras bellezas e imperfecciones. Salud!

16 comentarios:

  1. Nena pues yo te veo genial! Y de verdad que para nada parece que peses 90kg!! Cuanto mides?? No digas eso de que estás vieja, por que no es cierto, eres muy joven! Que bonita y triste la historia de tu amiga y déjame que te diga que tenía razón, pero como también has dicho, hay que comer bien y cambiar los hábitos para sentirte mejor y tener más salud. Enhorabuena por tomarte mas cosas de esta manera y no obsesionarte. Un besote

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  2. Joer, no parece que peses 90 kilos, he tenido que comentar :), estás muy muy bien repartida. Yo soy muy partidaria de tener un estilo de vida saludable (dieta sana) y deporte. A gusto de consumidor...pero desde luego comiendo sano notas que tu cuerpo lo agradece, no solo de verte mejor, sino que las digestiones son menos pesadas, te sientes con mejor humor....yo lo recomiendo!
    un saludo y animos...que triste la historia de tu amiga pero que inspiradora, porque es cuando vemos la muerte de cerca cuando realmente damos importancia a las cosas que la tienen y desechamos las superficiales.
    Eve-

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  3. la verdad que por tu foto no parece que peses 90 kilos, te veo casi como yo me veo cuando me visto y me miro delante del espejo, estas preciosa! a mi si me gusta, yo también voy a cumplir 40 y es verdad que la piel ya no me la veo tan tersa sobre todo en los muslos y en la barriga, pero estoy contenta de cumplir años, igual que tu, yo tambien tengo una amiga muy amiga que murio de cancer y ahora un primo la semana pasada, el tema del peso es una chorrada comparado con las cosas que de verdad importan, la salud nuestra y la de nuestra familia, por eso hay que celebrarlo cada dia y disfrutar al maximo de lo privilegiadas que somos. Yo tambien me gusto y soy feliz, un besazo guapa me ha gustado mucho tu post!!!!

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  4. Sólo puedo decirte una cosa: gracias por tu entrada. Soy una chica joven, 27 años, con la gran suerte de tener todo lo importante en la vida: familia estupenda, trabajo estable y el mejor hombre a mi lado. Estoy sana, soy conciente de que con 58 kilos estoy estupenda, y algo en mi mente lleva años fallando, llevo desde los 13 años lidiando con los trastornos de la alimentación. Lo peor es el no amar el propio cuerpo, la sensación de no gustarse una misma... es lo que peor me lo ha hecho pasar. Y leer lo que has escrito me hace "clik" en la cabeza, que quiero cambiar eso, quiero ser feliz quitando los obstáculos que yo misma me pongo. Lo importante es cuidarse por salud y bienestar, no sufrir por un ideal de belleza inalcanzable. Perdona por el tocho,jeje pero necesitaba decirte que tus palabras ayudan.Gracias de nuevo.

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  5. Me gusta que te gustes! Me ha encantado esta entrada, porque si, es una gilipollez vivir obsesionada o amargada por el peso cuando hay tanto por lo que preocuparse. Psra estar sanos y felices nos tenemos que querer, independientemente de la comida, del peso y de lo que nos cuelgue, porque cada uno es como es y los milagros son solo formas de estafar a quien no se quiere.
    La historia de tu amiga es preciosa y muy triste a la vez, que pena que se diera cuenta al final, pero al menos lo hizo y supo compartir ese amor por si misma.
    Y termino por hoy mandándote un besazo y diciéndote que estás estupenda hija, parece que rondas los 75 en vez de los 90 kg, pero como digo siempre, ke la báscula diga lo que quiera, que diga lo que diga, te tienes que querer!

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  6. Fiuuuuu, fiuuuuu.
    Joer, Matrioska, estás genial. Efectivamente, no aparentas 90 kilos ni de lejossssss: qué piernas, qué bien repartido todo y qué bonitas tus botas (todo hay que decirlo).
    Lo importante es estar bien con una misma y estar sana. No está bien obsesionarse; a fin de cuentas, la vida está para vivirla y, sobre todo, para ser felices en el camino.
    Mil besos, mi niña.

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  7. ¿Sabes qué? a mí también me gustas.
    Y yo también me gusto.
    Y tienes razón: cuando las cosas van mal, nos damos cuenta de las chorradas por las que nos preocupamos.

    Eres y estás estupenda. Y me alegro mucho de que lo sepas.

    Unos besos, nos veremos por otros lares.

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