miércoles, 24 de octubre de 2012

Ay, Dios mío, Ay, Dios mío, Ay, Dios miiiiiiiiiiiiiiiiiiio!!!

Son las 15h. He desayunado a las 7h. un café con leche y una rebanada de pan con una ligera capa de mermelada de ciruela. A las 11.30h. he merendado una manzana pequeña. Tengo una ración de lentejas que me sobró ayer, aunque no me apetecen mucho. Antes de llegar a casa debería pasar por el supermercado a comprar leche y lechuga. En lugar de ir a un conocido establecimiento valenciano, voy a otro conocido supermercado alemán, especialmente conocido por sus chocolates. Adoro el chocolate. Sé que tengo que resistir. 
Compro la leche semidesnatada, la lechuga, unos pepinos, un boniato que se me antoja para mañana (aunque no sea muy ligero, lo sé, pero es que hace 1 año que no he comido) y, ay, Dios mio, ay, Dios mío, que no me puedo resistir y compro la tableta de 100 gramos de chocolate. 
Llego a casa. Ya son las 15.30h. Tengo hambre. Dejo las lentejas y me preparo un pepino con un poco de fiambre de pavo. Sólo para poder comer después un poco de chocolate. Ay, Dios mío, ay, Dios mío, no como un poco de chocolate, me como los 100 gramos!! Unas 500 calorías.
¿Por qué? Tengo hambre, es cierto, pero no es el hambre el que me impulsa a comer el chocolate. Podría haberme zampado la lechuga entera, en todo caso. 
No es el simple deseo de volver a probar el sabor que me encanta. En ese caso, con un poco me hubiera bastado. Inconscientemente cambié las lentejas por el pepino porque sabía que me terminaría todo el chocolate. De hecho, quería terminármelo. ¿Por qué? ¿para no tener más mañana? ¿para hacerme daño? ¿para coger fuerza?. No lo sé, todavía no lo sé, pero lo cierto es que resulta muy difícil resistir.
Este impulso lo he tenido varias veces durante estos meses. ¿Qué me ha llevado a caer ahora y no entonces?  Me temo que única y exclusivamente, la soledad. Entonces no estaba físicamente sola, ahora sí. No sólo es que no haya nadie ante quien "rendir cuentas", es que tal vez es mi manera de atacarme por estar en una situación que no me hace feliz. O, simplemente, que estoy esperando la regla y mi cuerpo me pide dulce. ¿Vosotr@s qué pensáis? ¿qué hacéis ante una situación así? ¿algún truco práctico?
Algo que aparentemente no viene al caso, pero se me acaba de venir a la mente: soy una persona un poco desordenada, sobretodo para la ropa y los papeles (es decir, con lo que me define). Pero siento la necesidad y el placer por ordenar las cosas de vez en cuando, sólo de vez en cuando. Y para eso, antes tienen que estar muy desordenadas. ¿le veis el parecido? 
No me sirve adelgazar 30 kgr si ese sustrato puntualmente compulsivo está ahí. La comida debe ser algo armónico y natural, debería obedecer al hambre física no al apetito mental o emocional. Me parece normal que de vez en cuando nos apetezca saltar la norma. Y creo que hay que hacerlo en esos casos porque son elecciones conscientes y meditadas. Lo que no es lógico es comer sin hambre, comer sin razón, comer por comer. No sé si os pasa lo mismo, pero si es así os invito a reflexionarlo. Bienvenida sea la porción de tarta de chocolate comida conscientemente y sin remordimientos, sabiendo que algo se va a hacer para compensar esas calorías de más, algo sano y equilibrado como más ejercicio o una cena más ligera. Pero deberíamos ser fuertes y decir No! a ese chocolate adictivo, tomado inconscientemente, usado como arma que nos produce culpabilidad desde el primer bocado, que nos hace perder el control. 
Si alguien tiene la solución que la comparta; yo mientras, voy trabajando en ello.
Pd. De nuevo blogger me deja sin poder contestar a vuestros comentarios de ayer. Gracias por los ánimos.

16 comentarios:

  1. Querida Matrioska:

    No sabes lo bien que te entiendo, porque creo que es algo irremediable. En muchas ocasiones nos pasa, y de hecho, llegamos a engañarnos a nosotros mismos... Alguna vez que ha pasado que es como si mi otro yo, me pusiera trampas, me llevara sin querer por el mal camino... para después inflarme a comer algo que en el fondo estaba deseando. Sé que debes estar bastante agobiada en estos momentos, porque no si siente uno nada cómodo después de pecar... así que intentaré aconsejarte.

    Lo primero, y más importante, es que procures calmarte, porque con un estado de agitación nerviosa nada se puede hacer, así que procura relajarte (parece fácil, pero es una de las cosas más difíciles de conseguir).

    Después, debes pensar que el peso no es el resultado de lo que comes un día, ni una hora, sino que viene determinado por los hábitos, que es lo más importante. Así que, ahora se trata de que seas buena 100% durante unos días para compensar ese pecadillo, y verás que en un plazo de 7 días ya no hay ni rastro del chocolate en la báscula. Además, si estás acostumbrada a llevar una dieta sana, lo más probable es que ahora te sientas con el estómago muy pesado, y no tengas ganas de comer en unas horas... piensa que si estás haciendo dieta comes cosas más o menos ligeras, y para digerir eso tardarás un buen rato.

    Por otra parte, hay algunos truquitos, aunque hay que reconocer que no siempre sirven. Por ejemplo, beber mucha agua en cualquiera de sus formatos ya que es un gran saciante, comerte un caramelo de menta sin azúcar que te inunda de sabor la boca y se pasan algo las ganas de chocolate, lavarse los dientes... aunque parezca una tontería, después de lavarse los dientes casi nadie tiene ganas de comer porque el sabor mentolado de la pasta tapa todos los sabores.

    Amiga, te dejo un abrazo y mucho ánimo, tranquila que no se acaba del mundo y no tiene tanta importancia como crees.

    Mucho ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo cierto es que no he estado tan angustiada por las posibles consecuencias a nivel de peso sino por la debilidad en sí, por el comportamiento compulsivo irracional.
      Me gusta el consejo que me das sobre lavarse los dientes. Lo intentaré. Un fuerte abrazo!

      Eliminar
  2. Eso, yo hoy no pongo tres chuletitas para no dar envidia y tú sacas la foto más grande que hay en internet de una tableta de chocolate... ¡mala amiga!
    Jo que si te entiendo. Pero si te digo la verdad yo creo que no es tanto el qué sino el cómo. O sea, que esa tableta de chocolate tú mente también la puede convertir en algo que te has comido conscientemente y que vas a superar aunque a priori no haya sido así. Ya está hecho. La habrás disfrutado más o menos (yo creo que se merece que la hayas disfrutado, sobre todo si es de coco). Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese es el punto: no lo disfruté. Por eso no quiero que sea así, quiero cambiar ese cómo. A ver si lo consigo...

      Eliminar
  3. HOla Matrioska,
    lo siento, sé de lo que hablas. Tenías al perro cerdo cerca de tí y ha vencido. No ha parado hasta que has comido TODA la tableta. Te puedo decir que compré hace 5 meses dos o tres tabletas de chocolate negro por si me entraba una ansiedad como la tuya. Las tres tabletas siguen en el armario..... Por supuesto he caído entre medias en otras cosas. La respuesta de como pararlo está dentro de tí. Pero si te pilla de bajona o apunto de que te venga la regla lo tienes muy difícil para vencer y resistirte..... Entiendo cuando dices que te lo comistes todo para que así no tuvieras mañana. Eso lo hacía yo con las chips. Acababa el paquete aunque estuviera llenísima, porque me decía: total, ya hoy la he fastidiado, y así mañana empiezo de cero.... No sé si a tí te funcionará. Yo bebo mucha agua y busco fruta. Me lleno el estómago con algo no tan calórico y dejo pasar el tiempo. Intento localizar mis pensamientos en otra cosa. Pero si no me funciona, imagino que ya me lo tomé y es agua pasada. Creo que me estoy volviendo loca.
    Intenta compensarlo con ejercicio y verás que no será tan grave.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  4. No es que me sienta identificado con esta entrada... Es que me siento radiografiado! :-(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya sabes, my friend, eso es lo que principalmente debemos vencer. Un abrazo!

      Eliminar
  5. Puede ser la soledad la que te provoca la ansiedad pero cuando el cuerpo pide seguido dulce o chocolate es porque hay demasiados alimentos con carbohidratos simples, es una adiccion y la ansiedad es provocada por desbalance hormonal no por fuerza de voluntad. Mi tip seria no elimines el chocolate de tu dieta, pero cambia a algo mas saludable y ten simpre chocolate amargo de minimo 60% y trata de ir subiendo el %, obvio el chocolate amargo no es tan delicioso pero si realmente lo que te apasiona es el chocolate y no el azucar exagerada que traen la mayoria lo cambiaras sin problema. Como la ansiedad no es cuestion de voluntad es imposible q la vezas asi q si un dia te levantas con ganas de comer el chocolate comelo temprano para no terminar arruinando todo tu esfuerzo por la noche. Como el chocolate amargo tiene poca azucar poco a poco el cuerpo deja de necesitar los atracones de chocolate. Eso si fijate bien en los ingredientes del chocolate qu compraras. Asi me quite yo ese mal habito de comer chocolate compulsivamente espero te sirva la info.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anónimo, gracias por el apunte. La verdad es que para mí no es un hábito compulsivo constante, quiero decir que afortunadamente no es una práctica común, pero cuando ocurre me molesta. Cedería ante un disfrute, pero lo que no me gusta es sentir que es un comportamiento irracional y más negativo que otra cosa. Afortunadamente, ocurre poco.

      Eliminar
  6. YO soy esactmente desordenada al 100%, pero tb me gusta tener mis papeles ordenados de vez en cuando.
    Pienso que cuando se es tan restrictiva y un dieta, al final, cuando pruebas algo que adoras: porque te gusta su sabor, textura, aroma... y encima es adictivo como el chocolate, caes y no hay más remedio, por eso es mejor, permitirse comer 1 onza de chocolate cada 3 días, que no cambiar las lentejas por una tableta.

    Las personas que dejan el tabaco, no lo dejan de golpe, dosifican y es eso lo que debemos aprender. También influye el estado de ánimo.... Si te encuentras sola, triste, alicalida, vas a recurrir a algo que te levante y el reocrdar el sabor, aroma y textura de eses alimento te levanta el alma.

    No te agobies y como bien dices : " Bienvenida sea la porción de tarta de chocolate comida conscientemente y sin remordimientos, sabiendo que algo se va a hacer para compensar esas calorías de más, algo sano y equilibrado como más ejercicio o una cena más ligera"
    Si nos comemos la cabeza con si lo como, no lo como, te da más ansiedad,dejarás de salir a eventos, dejarás de estar con gente... dosifica y cuandote vuelva a pasar, cuéntanoslo,!!! Y recuerda 1 onza cada 2 o 3 días, no es malo, lo que es malo es comerser 100g todos los días!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sí, lo sé, pero cuando ocurre, me enfado, me frustro, no debería ocurrir. Gracias por los consejos.

      Eliminar
  7. Yo ayer no me pude resistir mas y cai en la tentación despues de 219 días sin meter la pata pero la meti bien metida, tanta era mi ansiedad que me comí una tableta entera de Turron de Suchard. Fui a por verduras al super y ahi estaban, recien puestos y no esperé ni a navidad. Me supo a gloria aunque me he tirado toda la noche mala con la barriga. ya aprendí la lección y hoy a comer sano de nuevo jejeje. animoooooooo guapaaaaaa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, 219 días son muchos. Simplemente intenta no repetirlo a menudo, ya me gustaría a mí tener tanta voluntad. De todas formas, comer un poco no es malo pienso yo.

      Eliminar
  8. Yo sí dejé de fumar de golpe, no como dice Alicia. Pero el chocolate no es tabaco. El chocolate no es algo que tengas que prohibirte, como sí lo es el tabaco (si quieres estar sana, que si no, eres bien libre de fumar).

    Lo que hago antes de comerme entera una tableta de chocolate es beber agua, después me paso un minuto o así oliendo e imaginando que ya me lo estoy comiendo. A veces con eso he tenido bastante para esperar unos diez minutos (tiempo de tranquilizarme un poco).
    Y si todavía tengo ganas, acabo comiéndolo, pero despacito. Me sirvo un trozo y me voy lejos del armario de la cocina donde lo guardo.

    Y otra cosa: nunca dejo pasar mucho tiempo sin darme un capricho. No hay nada peor que aguantarte las ganas de algo, es como lo de "no pienses en un coche rojo", que acabas pensando todo el tiempo. Yo lo que hago es dosificarme, pero casi a diario me doy un gustillo. No puede ser pasarse la vida con ganas de x.

    Por otra parte, dicen que el chocolate es sustitutivo del sexo... me ha hecho gracia que sacaras en la misma entrada los temas del chocolate y la soledad. Aunque yo no estoy sola y si tengo que caer en la tentación, caigo. Y no en la del sexo, precisamente, ja ja ja.

    En fin, que somos humanos, jamía. No te mortifiques, que la vida son cuatro días y ya llevamos dos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja, pues a ver, a ver si será eso :) Desde luego pienso como tú: dosificarse. Y ojalá si me da otro arranque de estos lo pueda controlar. Un abrazo!

      Eliminar